En nuestro anterior Boletín correspondiente al mes de septiembre dábamos un resumen del Decreto 138/2017 (DOE 11/09/2017), relativo a las ayudas para la mejora y modernización de las explotaciones agrarias mediante planes de mejora.
Hay que decir en primer lugar que dicho Decreto ya limita el acceso a estas ayudas a una gran mayoría de agricultores y ganaderos, al contemplar solamente como beneficiarios del mismo a los titulares de explotaciones prioritarias y a los jóvenes agricultores.
Pues bien, la Junta de Extremadura como gran medida para ayudar a resolver los gravísimos problemas de abastecimiento de agua que afectan a todo el sector (prioritarios o no; jóvenes o viejos agricultores) ha modificado el citado Decreto (DOE de 20/10/2017), incluyendo como auxiliables las inversiones destinadas a la mejora de abastecimiento de agua en las explotaciones, a partir de una cuantía mínima de 3.000 euros (los Planes de Mejora en general, deben alcanzar una inversión mínima de 12.000 euros), pero siempre incluidas dentro de un plan de mejora de la explotación, cuya lenta tramitación y cobro de la ayuda correspondiente, está alcanzando una media de dos años en las últimas convocatorias realizadas. Evidentemente, suponiendo que se supere el complejo procedimiento de estas ayudas, cuando llegue (si es que llega), se puede haber muerto ya de sed el ganado. Además, todavía falta por publicarse la Orden correspondiente para la convocatoria de estas ayudas.
Nos parece bien y es necesario que, a través del citado Decreto se incluyan las inversiones en búsqueda de agua, almacenamiento, charcas, etc. como auxiliables, con la subvención que corresponda, pero en modo alguno esta medida soluciona el urgente problema coyuntural de carencia de agua para la ganadería, tanto por las limitaciones a los posibles beneficiarios como por la larga tramitación del expediente de estas ayudas a los planes de mejora.
Bastantes años atrás, en una situación de sequía similar se concedieron por la administración autonómica ayudas directas a las inversiones de suministro de agua (pozos especialmente), sin tantos requisitos ni limitaciones, concediendo hasta el 50% del gasto efectuado y justificado por cualquier agricultor o ganadero.
Esto es lo que ahora también solicita el sector ganadero. Ayudas rápidas y urgentes, dado que el problema del agua no se va a resolver en varios meses, aunque las lluvias nos visiten de forma continua en los próximos días. La medida adoptada no resuelve la situación ni contribuye en modo alguno –como se ha dicho en los comunicados oficiales– a solucionar el problema a los ganaderos.
Para finalizar hay que denunciar también que, salvo el incremento al 70% del cobro de las ayudas de la PAC 2017 (medida de la UE y del Ministerio de Agricultura) y los créditos subvencionados por la Junta de Extremadura para cereales de secano y explotaciones de vacuno afectadas por la tuberculosis en 2016, las administraciones siguen ignorando en cuanto a contribución económica la grave situación de sequía que padecemos en la ganadería extensiva y en la agricultura en general. Tendremos que seguir “clamando en el desierto”, puesto que quizás lamentablemente hacía él nos encaminamos.
